Piedra angular de Estado de Derecho en Democracia, en el sentido occidental de estos términos, son las elecciones, la alternancia de partidos políticos en el trascurso secuencial de ellas así como la de líderes de los mismos. Dependiendo de ciertas variaciones en la Carta Magna o Constitución Nacional de cada país a otro y de cada edad histórica a otra, se suele tratar de un proceso institucional en el que los electores eligen con su voto, entre una pluralidad de candidatos, a quienes ocuparán los cargos políticos en una democracia representativa.
ELECCIONES LEGISLATIVAS Y EJECUTIVAS. Para las administraciones del Estado, en su desarrollo democrático, se celebran periódicamente elecciones legislativas (las que se convocan para elegir a los miembros del Parlamento o Congreso o Poder Legislativo, que sancionan leyes). Además, en muchas democracias representativas se convocan elecciones para la jefatura del Estado o del Gobierno. Las elecciones judiciales, por su parte, solamente se celebran en la actualidad en el Estado Plurinacional de Bolivia.
ELECCIONES DESCENTRALIZADAS. Además, en el marco de legislaciones que tienden a la descentralización, vigentes en algunas democracias, en ciertos países se convocan elecciones a legisladores, presidentes ejecutivos y/o autoridades judiciales de ámbito municipal, provincial y/o regional, entre otras. Asimismo, por ejemplo en los países de la Unión Europea se celebran elecciones, en las que los ciudadanos de cada país eligen democráticamente a los que van a representarlos directamente ante la supranacional asamblea legislativa europea.
A LAS URNAS. En el mundo de hoy, cualquiera fuera el sistema electoral vigente, una democracia occidental va a las urnas en elecciones como las mencionadas. Se eligen libremente a los candidatos. Y la elección se realiza por mayorías, que pueden diferir de un país a otro así como de una circunscripción electoral a otra y de una instancia o institución, prevista en la Constitución, a otra. Hay así mismo varios tipos de mayorías: la simple, la calificada, la absoluta y la relativa, entre otras, debidamente definidas en las respectivas leyes electorales.
PARAGUAY. En nuestro país rige el sufragio universal. Adquieren importancia determinante, por lo tanto, las elecciones libres y las mayorías, que pueden diferir de un caso a otro. Si se trata de elecciones nacionales o subnacionales (gobernaciones y municipios, en la jerga lingüística local), el ciudadano emite un voto, independientemente de su abolengo o de sus títulos académicos o de su profesión o de su cultura general o de su región de origen o de su partido político o de su religión o de su etnia.
EDUCACIÓN CIVICA. Es por eso que debemos prestar mucha atención a la educación en general así como a la cívica en particular. De ella dependerá el voto de cada uno de los ciudadanos. Por lo tanto, los candidatos a ser elegidos en sus más diversos niveles y responsabilidades constitucionales serán dependientes del buen nivel de formación cívica de los electores así como del nivel de información general con que cuentan los mismos. Objetivo central de toda campaña electoral, por consiguiente, será informarlos y educarlos debidamente para que puedan votar tanto libremente como apropiadamente.
SINE QUA NON. En la inestabilidad política y la convulsión social, por las que pasa hoy nuestro país, debemos ser conscientes de lo antedicho. El silogismo correspondiente es tan básico como elemental: ciudadanos mal informados o no adecuadamente educados terminarán votando por cualquier candidato, independientemente de que hayan comprendido el tema o la decisión en juego. Como la sanción de las leyes pasa por el Congreso, no cabe otra alternativa que los partidos políticos y los candidatos a puestos electorales, a ser alternados en el poder, trabajen bien informando correctamente a los electores sobre lo que debe ser decidido. La membresía adecuada de los partidos políticos depende de los ciudadanos del país y la sanción correcta de las normas en el Congreso, a su vez, de tales partidos. Esto vale tanto para la elección de intendentes municipales, de gobernadores y de legisladores como para la del Presidente y Vice-Presidente de la República, en el marco de la Constitución Nacional. Por lo tanto y siempre, habrá que luchar permanentemente por la articulación coherente de mayorías en todos los niveles y temas. De tales mayorías dependerán los resultados.
Dr. Ricardo Rodríguez Silvero