En las dos columnas anteriores se hizo una breve descripción de la concatenación existente en macro-economía entre inflación, déficit fiscal y endeudamiento. Se puso énfasis en que Paraguay está entre los países mejor posicionados en la lucha contra la pandemia, en términos de muertes y de infectados por millón de habitantes. Se destacó que nuestro país necesitará más fondos, que en junio ascendieron a 1600 millones de USD. La deuda pública total/PIB ya está cerca de 30%. Durante 2020 y 21 ese importe puede duplicarse. Paraguay tiene fama de pagador puntual. Puede emitir más bonos soberanos en el exterior y seguir endeudándose con entidades multilaterales de asistencia crediticia. No obstante, es grande la preocupación acerca de quiénes pagarán el hiper-endeudamiento por la crisis múltiple, si el Gobierno decide no realizar elementales reformas clave, como la mejora del gasto público ni una adicional reforma tributaria ni un mejor régimen de compras públicas.
RIESGOS INMINENTES ANTE HIPER-ENDEUDAMIENTO. Si se mantiene el estado actual en el manejo de la cosa pública y el país cae en hiper-endeudamiento, las probables repercusiones serán las siguientes:
- LOS CONTRIBUYENTES LO PAGARÁN. Sin reforma tributaria y sin mejora de la gestión pública en el cobro de los impuestos, seremos los contribuyentes de siempre los que lo pagaremos, no porque seamos apóstoles incondicionales del pago sino porque no es posible practicar evasión tributaria sin conexiones tenebrosas. Como los de 3ª edad no podremos pagarlo totalmente en el resto de vida que nos queda, será nuestra descendencia la que lo continuará pagando. Esto es injusto. Habría que reducir sustancialmente la evasión tributaria (40% de la recaudación potencial), cobrando impuestos también a los evasores consuetudinarios, mayoritariamente personajes todopoderosos de algunos estratos político-partidarios y empresariales, inmersos así mismo en otros delitos económicos y en crimen organizado.
- EL SISTEMA FINANCIERO SE DESESTABILIZA? Si por razones diversas, dignas de ser tenidas en cuenta como escenarios extremos, los bancos, financieras y otras entidades de crédito, como las cooperativas, se vieran obligados a coparticipar en la financiación del hiper-endeudamiento, sacrificando parte de sus inversiones y/o, por otro lado, sus ahorristas, sus clientes principales, tuviesen que renunciar a sus intereses por sus ahorros a plazo (CDAs), eso significaría que estarían sacrificando respectivamente por lo menos parte de su capital o de sus ahorros. Si este escenario fuese aún peor, volviéndose el país inestable por su incapacidad de pago puntual en los vencimientos del hiper-endeudamiento (escenario poco probable), ambas partes, tanto el sistema financiero como los ahorristas, resultarían perjudicadas/os.
- EL DÉFICIT FISCAL AUMENTA. Si a consecuencias del no pago del hiper-endeudamiento, el país recibiese una calificación poco favorable, disminuyendo uno o varios escalones en la estratificación internacional de deudores, a través de las Calificadoras Internacionales de Riesgo (Standard and Poors, Fitsch y Moody´s, entre otras) o de tan solo una de ellas… Si además, el Presupuesto Público aumentase sustancialmente su déficit fiscal (actualmente estimado ya en -6,5% del PIB), en estos casos podría empezar a articularse un aumento de la inflación con un correlativo aumento de la devaluación.
- INFLACIÓN GALOPANTE? Si todos estos factores fueran a precipitarse y también el Banco Central y su Superintendencia de Bancos relajaran sus controles, la inflación podría convertirse en una estampida de precios y la devaluación tornarse galopante. En este caso, todos terminaríamos pagando el hiper-endeudamiento. La hiper-inflación es el impuesto más regresivo y más perverso de todos, porque tiene lugar sin que nadie pueda evadirlo: destruye poder adquisitivo las 24 horas del día. Sin embargo, este escenario es el menos probable de todos. Paraguay lleva 3/4 de siglo sin poner en peligro su signo monetario, sin haber nunca eliminado ni tan siquiera un 0 en sus billetes ni haber cambiado la denominación de su moneda. El guaraní es la unidad monetaria más estable de todo el subcontinente! Con las autoridades actuales del BCP, este último escenario es descartable totalmente.
Ergo, el hiper-endeudamiento, ya en ejecución, tiene sus bemoles. Estemos alertas y ayudemos al Gobierno señalándole los riesgos y cómo evitarlos.
Dr. Ricardo Rodríguez Silvero