Se lanzó otro número más del anuario Index of Economic Freedom, en su vigésima sexta edición en inglés, con indicadores globales de libertad económica versus prosperidad compartida, que ayuda a formular políticas públicas con reformas sustantivas, también en Paraguay, consolidando lo bueno así como superando lo regular y lo malo. Fue calculado, estratificado y redactado por técnicos y directivos de la Fundación Heritage en Washington DC. En cada anuario, se incluye a nuestro país en un capítulo separado. El lanzamiento oficial en castellano se hará también en Asunción próximamente por su asociado local, el Instituto de Desarrollo del Pensamiento Patria Soñada (IDPPS): www.instituto.org.py 0981 450 550.

INDIVIDUOS Y GOBIERNOS. A lo largo de las ediciones del Índice de Libertad Económica se han  explorado varios aspectos críticos de las relaciones entre individuos y gobiernos en su sentido más amplio. Al medir la libertad, el enfoque se ha centrado en una amplia gama de áreas en políticas públicas en las que los gobiernos suelen actuar. Sin embargo, el concepto de libertad, por su propia naturaleza, resiste una definición estrecha y cada año parece traer nuevos desafíos para quienes buscan imponer sus propios puntos de vista o controlar las acciones económicas de los demás por encima del interés general, expresa, palabras más palabras menos, la próxima publicación del IDPPS.

IGUALDAD Y DIGNIDAD. La libertad económica está en el centro de la autonomía individual, preocupada principalmente por la libertad de elección que deben disfrutar los individuos al adquirir y utilizar bienes y recursos económicos. La suposición subyacente de éstos en favor de la libertad económica es que las personas conocen mejor sus necesidades y deseos así como una vida elegida por sí mismos, guiada por las propias filosofías y prioridades de cada uno, en lugar de las de un gobierno o una élite tecnocrática. Esa es la base de una existencia plena. La independencia y la autoestima se derivan de la capacidad y responsabilidad de cuidar de uno mismo y de su familia. Son contribuyentes invaluables a la dignidad e igualdad humanas (sic).

SER SOCIAL. “El ser humano es un ser social y por ende la autonomía individual nunca puede considerarse absoluta. Muchas personas consideran que el bienestar de sus familias y comunidades es igual de importante que el suyo propio y los derechos personales de los que goza una persona pueden terminar en la puerta de su vecino. Las decisiones y actividades, que tienen un impacto o repercusión potencial en otros, están debidamente restringidas por normas sociales y, en las áreas más críticas, por leyes o regulaciones gubernamentales.”

NORMAS VIGENTES. Y como lo advierte “Patria Soñada”, en una economía orientada al mercado, las más amplias normas sociales, complementadas en concreto por las leyes y reglamentaciones gubernamentales, son el principal regulador del comportamiento humano. Dichas normas en sentido amplio crecen orgánicamente fuera de la sociedad misma, reflejando la historia, la cultura y la experiencia de generaciones que aprenden a convivir, predominantemente en forma pacífica. Ellas guían nuestra comprensión de la ética, de las relaciones personales y profesionales así como de los gustos de los consumidores. Los sistemas políticos y democráticos, en el mejor de los casos, reflejan esas normas sociales en sus leyes y reglamentos. Pero incluso los gobiernos democráticos, si no están restringidos por límites constitucionales u otros límites tradicionales, pueden representar amenazas de peso para la libertad económica.

MAYORIAS Y MINORIAS. Por otro lado, aclaran los redactores del Índice, una restricción impuesta a la libertad económica por el gobierno de las mayorías no es menos imperativa que la restricción impuesta por un gobernante u oligarca absoluto. Por consiguiente, no es tanto el tipo de gobierno lo que determina la libertad económica, sino el grado en que el mismo tiene límites más allá de los cuales no puede ir. Inevitablemente, cualquier discusión sobre la libertad económica se centrará en la relación crítica entre los individuos y el gobierno. En general, la acción estatal y el control que realiza el gobierno, que interfiere en la autonomía individual, limitan la libertad económica.

(Continuará)

Dr. Ricardo Rodríguez Silvero

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